domingo, 1 de septiembre de 2013

Capítulo 42 - Ayuda

******* Narra Becky ********

Leí el mensaje que Louis me había mandado, decía que pasaba a buscarme en media hora, hoy al parecer comeríamos fuera, además me dijo que iríamos a hacer unas compras, cada día entendía menos a este chico, ayer me dijo que vendría a mi casa para ver una peli y hoy me dice que me arreglase que iríamos por ahí, subí a mi habitación y volví a abrir el armario, llevaba un chándal puesto para estar por casa pero como el señorito me había cambiado de planes tenía que volver a cambiarme, me puse unos pantalones ajustados color negro con un jersey de lana color marrón, me puse unos botines también marrones con un poco de tacón, adorné mi muñeca derecha con unas pulseras y me puse el abrigo largo que me llegaba por debajo del culo, cogí mi bolso y me puse un beanie, bajé abajo justo cuando llamaban a la puerta, la abrí y sin mirar quien había comencé a hablar.

- Podrías haberme avisado antes, casi no me da tiempo...-dije fijándome en Louis,me di cuenta de que había alguien a sus lados.
- Lo siento, ha sido de imprevisto.
- Louis, ¿ Son quien yo creo que son?- dije susurrándole.
- Sí, son mi madre y mi hermanas, me han avisado que vendrían a Londres a hacer unas compras.
- Hola señora- saludé, presentía que no le iba a caer bien, con la impresión que había dado nada más abrir la puerta.
- Hola, encantada, pero llámame Jay- dijo dándome dos besos.
- Y estas son mis hermanas Lottie, la mayor, sin contarme a mi claro- dijo riendo señalando a una chica muy guapa de unos 16 años- esta es Fizzy, y estas las gemelas Daisy y Phoebe.
- Encantada chicas- les dije sonriente, se parecían en cierto modo, aunque yo para esas cosas no era muy buena.
- He pensado que ya era hora de presentártelas, y he aprovechado que venían.- dijo cogiendo mi mano mientras íbamos al taxi que esperaba en la puerta.
- Louis, no quiero interrumpir, querrán pasar tiempo contigo.- dije.
- Ya nos ha preguntado y nos ha parecido bien.- me dijo su madre.
- Solo no quería ser una molestia.
- Callate ya, ibas a venir si o si- dijo Louis entrando al taxi.
-No le hables así, no se como lo soportas.- dijo Lottie entrando al taxi- vonovolúmen.
- Porque me ama- le contestó su hermano sacándole la lengua.
- Tiene razón, por una vez- añadí más bajito- además en cierto modo nos parecemos bastante en algunas cosas, aunque yo soy más madura.
- Eso es mentira, yo lo soy mucho más-dijo cruzándose de brazos.
- Lo que te decía- dije de nuevo a Lottie.
-Louis,¿podemos ir a la juguetería?, mamá no nos deja comprarnos un videojuego para la ds- dijo una de las gemelas.
- Por supuesto, yo os lo compro - rió su hermano.

Fuimos en taxi hasta uno de los centros comerciales y mientras Lottie y Fizzy miraban ropa y Jay intentaba convencer a las gemelas para que se pusieran de acuerdo con un abrigo, le pregunté a Louis cuantos años tenían sus hermanas, a pesar de saber sus nombres y todo antes de conocerle lo de sus edades siempre había estado algo perdida, me dijo que la mayor tenía 17, sin duda los aparentaba, las gemelas tenían 11 y Fizzy tenía 15, desde luego Jay tenía a cuatro señoritas en su casa, preciosas y simpáticas, después de que compraran todo, incluido el videojuego para las pequeñas, ya se había hecho la hora de comer, fuimos a un restaurante pequeñito que estaba en una bocacalle y en la que no pasa mucha gente, a pesar de haber empezado con mal pie parecía que le caía bien a la madre de Louis, pedimos lo que quisimos y empezamos a comer. Jay me contaba las travesuras de Louis cuando era pequeño, las hermanas de las bromas que se habían gastado mutuamente, y cuando lo contaban veía como tenían melancolía por esos recuerdos, esos recuerdos que ya solo eran eso, recuerdos, su hermano, su hijo, se había esfumado de repente, sin dejar que creciesen junto a él, me di cuenta cuanto lo echaban de menos, y les prometí que cada vez que Louis tuviera más de un día de vacaciones iría a verlas, cuando terminamos fuimos a mi casa, me despedí de ellas con un abrazo  y salí del coche.

- Adiós chicas, espero veros pronto.
- Adiós Beky.-me dijo Fizzy.
- Un placer Jay.
- La próxima vez que Louis venga a casa que te traiga, si estás libre claro.
- Encantada iré, espero que si, adiós.- me despedí de la mano y fui a la puerta de mi casa seguida de de Louis.
- Hasta mañana Lou.
-Hasta mañana pelirroja,¿ te han caído bien?.
-Muchísimo, tienes que visitarlas más, se ve que te echan mucho de menos.
- Yo lo intento, pero entre entrevistas y todo...
- Lo se, bueno te veo mañana,espero haberle caído bien a tu madre, no he empezado con buen pie.
- La conozco y se que sí- se acercó más a mi- mañana te llamo- dijo a lo que asentí antes de juntar nuestros labios en un corto pero tierno beso.

****** Narra Paula*****

Llevaba en Roma desde eldía 1 y estábamos ya a 5, como le había dicho a Harry aquel día de nochevieja, cada uno iríamos por nuesto lado, me había visto ya bastante cosas,lo turístico principalmente,ahora estos dos últimos días que quedaban me dedicaría a visitar calles no tan conocidas y descubrir cosas, mientras caminaba me puse a pensar en todo lo que pasó aquela noche, me cabreé sin motivo, solo estaba halándole al oído, peroél tenía razón y lamúsica estab muy alta, desde ese momento en que terminamos de discutir no había hablado casi nada con él, y ya había visto algunas noticias diciendo que habíamos roto, ¿ cómo se enteraban tan proonto de todo? la verdad es que se que hice mal, pero tambien me jodía que no me hubiera dirigido la palabra, para intentar volver a explicármeloahora que no tenía alcohol en mi sangre.

Me paré frente a una tienda, vi en el escaparate una camiseta perfecta para Harry, estaba comprando cosas para todos como recuerdo, ya había comprado para todos, y simplemente estaba mirando a ver si me gustaba algo,dudé en compránsela o no,¿ quizá como disculpa? pero entonces pensará que quiero volver con él, ¿ Acaso no es lo que quieres? me decía mi ptra vocecilla interna, claro que quería pero después de como lo traté y por que me comporté como una adolescente celosa  dudaba que quisiera, decidí compránsela aunque fuera para agradecerle el viaje por mi cumpleaños.

-  Disculpe- dije cuando salí de la tienda- ¿ por dónde salgo a la calle principal?- dije en inglés a lo que el homnre me miró raro.
- Non capisco- me contestó en italiano, y yo la verdad es que no entendía nada, me disculpé con el hombre como pude y busqué a ver si había alguna otra persona, pero no, me había metido en una de las calles más deshabitadas.
- A ver si llevo el disccionario de mano- miré en mi bolso- Genial, me lo he dejado en el hotel y en el móvil no tengo internet más que en Inglaterra, muy biien, y ¿ahora que hago? 

Finalmente opté por seguir caminando por donde había venido e intentarencontrar el camino al hotel , empecé a mirar las casas y las tiendas a ver si me sonaba alguna pero nada, no encontraba ninguna similar a las que había pasado una hora atrás, sin duda me había perdido más, no llevaba ni mapa, ni diccionario para preguntar, y no tenía internet para bucar en el maps o un traductor o algo, me senté en un portal de una casa antigua y esperé a ver si pasaba alguna persona que supiera inglés, aunque a estas horas solo había personas mayores que raramente sabían más de un idioma.

- Siempre me ha gustado perderme por las ciudades..pero sola y encima anocheciendo como está, no me gusta tanto- empecé a hablar para mi sola como una loca pero necesitaba no sentirme tan sola- creo que solo me queda una opción, muy bien Paula, si quedaste mal con él, ahora vas a quedar peor, pero no queda otra, dijo de nuevo mi vocecilla interior, desbloqueé el móvil y le llamé, a los pocos segundos me contestó con su ronca voz.

- ¿ Estás bien? ¿qué ocurre?
- Veras...no te rías,¿ puedes venir a buscarme?
- Claro, ¿ dónde estás?
- Esa es la gracia, que no se donde estoy.
- Pregunta a alguien.
- No hay nadie, y no entienden ingles, y no  tengo ni mapa, ni disccionario ni nada.
- A ver, ves hasta el final de la calle, pero ten cuidado, por favor-- añadió, a lo que no pude reprimir una sonrisa, se preocupaba tanto por mi, y por todos aquellos a los que quería.
- Vale, pero no me cuelgues, que esto está muy abandonado.
- Vale tranquila- me levanté y fui caminando mientras el me contaba uno de sus chistes malos intentando que me hiciese reír.
- Ya he encontrado la calle Harry.
- Bien, dimela y en nada me tienes allí- le di el nombre de la calle lo mejor que pude, estaba en italiano y no sabía mas que cuatro palabras- Está cerca del hotel, no te muevas de ahí, llego ensseguida.
- Pero no me cuekgues,que sino me siento sola.
- Pues me he quedado sin chistes.
- No importa jajajaj dime...- me quede pensando unos momentos- dime tu fondo de pantalla del móvil por ejemplo.
- Pues...es el mismo que tengo desde hace más de un mes, eres tu durmiendo y yo a tu lado poniendo una cara graciosa.- vale, esome había descolocado, pensé que se lo habría cambiado o algo, no me esperaba que me tuviera a mi- ¿ Y el tuyo?
- La primera foto que nos hicimos juntos, con todos los chicos- dije.
- Ya casi estoy, tú tranquila.
- Harry date prisa, oigo pasos y la verdad a estas horas me acojono.
- Tranquila, a lo mejor es que esos pasos son míos.- dijo y seguidamente noté como alguien tocaba mi hombro, me giré asustada y ahí lo vi, con esa sonrisa que siempre ponía cuando estaba orgulloso, me lancé a sus brazos abrazándoloe pegándole sin querer un bolsazo- Que efusividad.- dijo riendo.

Me separé de él riendo y le miré, me miró a los ojos y vi como esas electricidad que había sentido siempre recorría todo mi cuerpo,noté como el momento se estaba tornando incómodo, así que desvié la vista y miré al suelo.

- ¿Vamos?- pregunté.
- Claro vamos- dijo él sacudiendo su cabeza y dándose media vuelta dispuesto a volver al hotel.

******** Narra Bea *****

- ¿ Qué te parece esta?- preguntó Ella enseñándomeuna camiseta.
- Nose...me parece tan poco, y ahora que tengo dinero y que puedo comprarle algo mejor, pero no se el que.- dije  suspirando.

Estábamos en Oxford Street mirando tiendas,tenía que comprarle un regalo de cumpleanos a Zayn, ya se que hasta dentro de7 días no era su cumpleaños pero yo el 7 me iba otra vez de gira y no lo podría ver hasta que viniese él o yo tuviera vacaciones,estábamos mirando Ella y yo qué regalarle pero no se nos ocurría nada, no quería regalarleuna camiseta pero tampoco quería regalarle un coche,al menos por ahora eso y que no estaba tan loca.

- Es la cuarta tienda que miramos- dijo Ellacansada.
- Luego te invito en el Mc Donnalds a algo - dije riendo.
- Vale esta bien.
- ¿Tú que le regalarías a Liam?
- Pues nose,depende, allgo que supiera que le iba a gustar.
- Muy lista, me has ayudado mucho- dije sarcásticapero divertida.
- A ver, mira esa chaqueta de cuero,que tiene algunos dibujos, como le gustan a él.
- Esa va derechadel regalo, ¿ Y qué más?
- Pues nose, vamos a otra tienda y miramos.
- Vale, espérame que pago.

Pagué la chaqueta y fuimos andando mirando en que tiendas podría haber ropa para zayn  o cualquier otra cosa que le gustase. Nos tuvimos que parar en alguna ocasión para hacernos alguna foto o firmar autógrafo, pero no nos entretuvo mucho, íbamos caminando, dándome ya por vencida, cuando vi la tienda de Nike, sabía que tenía una ligera obsesión por esas deportivas, así que entré sin pensarmelo dos veces,busqué las que me había enseñadoel otro día en una foto y las compré sin mirar siquiera el precio,una ves hechas todas las compras salí y fuimos al Mc como le prometí a Ella, pedimos una coca cola cada una y nos sentamos en un lugar apartado donde no había nadie.

- ¿ Cuándo se lo vas a dar?- me preguntó Ella.
- Mañana, celebraremos su cumple y nuestros 3 meses- dije sonriendo.
- Nos llevamos un día, tú el 3 y yo el 2jaja.
- Sii, y por cierto ¿qué tal con Liam el otro día?
- Genial, es más- busco las palabras adecuadas pero al parecer no encontraba ninguna.
- ¿Perfecto?
- Exacto, bueno, fui a su casa como me dijo, y nada me tenía preparada una cena,pero no en plan cutre, sino una cena en condiciones, cocinado por él y todo, cenamos viendo una película y riéndonos, y después terminamos de ver la peli en el sofá, me regaló esta pulsera-dijo enseñándome una bonita pulsera con su fecha grabada- y yo le di mi regalo, el cual era un reloj que le había gustado tiempo atrás, bueno y nada, luego dormí en su casa  y ya.
- ¿ Sólo dormir?- dije arquenado una ceja

No hay comentarios:

Publicar un comentario